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Por Kiko de la Rosa

     Vamos a hablar de robótica para niños. Pero ojo: no confundir con esos robots que pueden teledirigirse y que hacen cuatro cosas ya programadas. Mi hija tuvo un perrito robot muy gracioso, pero era bastante limitado: se tumbaba, ladraba, bailaba... y al final no podías escapar de lo que tenía preprogramado. Con el tiempo te das cuenta de que no es más que un juguete controlado a distancia como los de antes, pero más sofisticados. Y más caros también.

     Por eso hemos escogido unos pocos juguetes para niños que de verdad tienen los fundamentos de lo que será la robótica del futuro. La intención es que el niño, a la vez que juega, comience a comprender cómo funcionan esas máquinas que, viendo cómo van las cosas, tendrá a su lado cuando sea mayor.

     Cuando era pequeño me encantaba saber cómo funcionaban las cosas. Por eso, solía destripar los cacharros tecnológicos que se estropeaban en casa, a ver si podía arreglarlos. Normalmente nunca volvían a funcionar, pero aprendí muchas cosas que me fueron útiles después.

     Pues con estos cacharros que os proponemos ocurre lo contrario: comienzas por montarlo desde sus tripas...¡y al final funcionan!

      Hemos seleccionado cinco kits de robótica porque son los que mejor calidad vemos que tienen. Claro que hay otros, incluso solares. Pero teniendo en cuenta que vas a tener que montarlos desde el principio, mejor que detrás del diseño haya un buen ingeniero, buenos materiales y una buena construcción de las piezas o te las verás negras para que todo encaje.

      Por eso nos hemos quedado con estos que, además, también tienen diferentes precios en función de lo que puedas gastarte.

      No vamos a descubrir ahora la marca Lego porque es ya todo un imperio. Más allá del hecho de enganchar a todos a base de unir piezas, ha conseguido tener hasta parques temáticos por medio mundo, sin contar la saga de películas de esta marca que está arrasando.

      Este segundo ejemplo de robots de Lego es ya para iniciados, y para adinerados... Es el modelo que usan en muchos colegios para enseñar a los niños robótica. Se puede controlar con su mando a distancia, o a través de la tablet o el móvil. El corazón de esta bestia transformable es un potente procesador y las posibilidades son muchas. Por tener, tiene hasta un lector de tarjetas Micro SD.

     Pero lo interesante de estos dos modelos de Lego, además del hecho de pasárselo bien armándolos, es que los niños pueden programarlos como quieran. Es decir, se van a introducir en el mundo de los famosos "algoritmos". Y si el chaval o la chavala es bueno con esto de la robótica, con el tiempo puede llegar a construirse sus propias "criaturas". Y eso ya es un nivel...

     No os penséis que la pequeña Mars Pathfinder que llegó a Marte en 1997 era mucho más sofisticada que este juguetito que os recomendamos. Yo monté este coche robot con mi hija de 7 años y nos lo pasamos bien, aunque es verdad que para ella era demasiado. Sin embargo aprendió que esos ojos son sensores que detectan objetos delante, que abajo tiene otros que detectan lo claro y lo oscuro, lo que son los servomotores que mueven las ruedas... De momento me conformo, y seguro que en pocos años le saca mucho más partido.

     Y es que este coche robotizado es, de verdad, lo más parecido a un robot de los de ahora. Y se programa casi como los robots de las fábricas, a base de líneas de código. Nada de tablets, sino enchufando la máquina por el puerto USB al PC y metiendo en su memoria el programa que queréis que haga (trae muchos programas de ejemplo). Es decir, aquí hablamos de robótica junior. Si veis que el chico o la chica tiene un buen coco para esto de las máquinas, podéis incentivar su talento con este coche robotizado que, además, tampoco es muy caro.

     Si ya tienes la Nintendo Switch te aconsejamos vivamente que pruebes con los niños esta línea Labo diseñada especialmente para esta consola. Vas a alucinar de lo que se puede hacer con los componentes de la Nintendo Switch y una láminas de cartón troquelado. Y por su precio, merece mucho la pena.

     Es muy fácil de montar porque la propia consola te va indicando con todo detalle y paso a paso lo que tienes que hacer para armar cada pieza, cada sección y, finalmente, el artefacto completo. Y no te equivoques: no se trata solo de un bonito marco de cartón para la maquinita.

     Por último, y ya que hablamos de robots, os dejo este otro kit de la línea Labo para la Nintendo Switch en la que directamente el niño (o tú si te atreves a probar) se convierte en un robot. ¡Alucinante!

     Como es normal, tendrás que ayudar al peque a armar estos robots desde el principio, así que antes "ármate" tu primero de paciencia. Es un trabajo un poco más complicado que montarle uno de esos juguetes de superhéroes, pero menos que algún mueble de Ikea.

      Además, mientras construyes con él estos robots, tu también aprenderás algo (ya verás) y es una forma estupenda de pasar un rato entretenido juntos. ¡Y tampoco es cuestión de montarlo en un día! Paciencia, ¡y a las tuercas!

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